El Gobierno de EE. UU. ha ampliado el toque de queda para migrantes en California, específicamente en las ciudades de San Francisco, San Diego y San José. Esta medida se aplica a los solicitantes de asilo que han cruzado irregularmente la frontera con México y que deberán permanecer en sus viviendas desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana. Además, son monitoreados con grilletes electrónicos.
El objetivo de esta acción, que comenzó en otras ciudades anteriormente, es asegurarse de que las familias comparezcan ante las cortes de inmigración para resolver sus casos. Aquellas familias que reciban una respuesta negativa después de la entrevista de “miedo creíble” serán deportadas en un plazo de 30 días.
Esta medida forma parte del plan implementado tras el fin de la aplicación del Título 42, que permitía la expulsión acelerada de migrantes por medidas sanitarias. Según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), se han realizado vuelos de remoción de migrantes a Centroamérica y otras partes del mundo, incluyendo adultos solteros y unidades familiares.
En el año fiscal 2022, las Operaciones de Ejecución y Deportación de ICE llevaron a cabo un total de 72,177 deportaciones a más de 150 países en todo el mundo.