Las autoridades gubernamentales de Hawái han procedido a una actualización significativa en el recuento de víctimas fatales atribuidas a los devastadores incendios forestales que asolaron la región de Maui, cifrando ahora en 67 el número de vidas perdidas. Esta revisión se realiza concomitantemente a la reapertura de la zona siniestrada a los habitantes, permitiéndoles evaluar in situ los estragos ocasionados por la calamidad. Con notoria desolación, se ha reportado que hasta un 80% de la pintoresca localidad de Lahaina ha sido reducido a la desolación por las llamas voraces. La magnitud del desastre es palpable al observar la devastación infligida a elementos emblemáticos del lugar, como restaurantes, comercios minoristas y establecimientos hoteleros a lo largo de la concurrida arteria de Front Street, un epicentro turístico de renombre.
Miles de residentes experimentaron una evacuación urgente y precipitada de sus hogares en Maui, en el estado de Hawái, cuando el ímpetu del incendio en Lahaina azotó la isla con un saldo de al menos 67 vidas perdidas y la calcinación de porciones sustanciales de esta centenaria población. La conjunción de condiciones adversas, en particular una persistente sequía, un calor extremo y vientos vigorosos, es señalada como el origen de este cataclismo de proporciones trágicas. Los incendios sorprendieron a la isla de Maui y legaron a su estela vehículos carbonizados en vías urbanas antaño bulliciosas, así como montículos de desechos candentes donde en otro tiempo se alzaron edificaciones históricas. La contienda contra las llamas se extendió a lo largo de la noche, forzando tanto a adultos como a infantes a buscar refugio en las aguas marítimas circundantes.
Este episodio se perfila como el incendio forestal más devastador en los Estados Unidos desde el fatídico Incendio Camp de 2018 en California, que acarreó la pérdida de 85 vidas y la aniquilación de la localidad de Paradise. El recuento de defunciones en Hawái, no obstante, podría crecer al paso que las brigadas de rescate accedan a áreas inaccesibles a causa de tres focos incendiarios en continuo despliegue. Entre ellos, el incendio de Lahaina, que ya estaba contenido en un 80% el día jueves según información emitida por el comunicado de prensa del condado de Maui.
La búsqueda exhaustiva de víctimas, tanto en interiores como en exteriores, no ha sido aún iniciada por las autoridades, como lo puntualizó el alcalde de Maui, Richard Bissen, quien destacó que hasta el momento todas las víctimas han sido localizadas en espacios al aire libre. En consonancia con este sombrío panorama, el gobernador Gavin Newsom ha anunciado la movilización de recursos humanos y materiales especializados en labores de búsqueda y rescate urbano para brindar apoyo y coordinación en las operaciones de emergencia, especialmente en las zonas más gravemente afectadas por la crisis. A tal efecto, la Oficina de Servicios de Emergencia de California (Cal OES), bajo las directrices del gobernador, ha dispuesto la asignación de once integrantes de las Fuerzas de Tareas de Búsqueda y Rescate Urbano (US&R) del estado, además de seis expertos de Cal OES en áreas como búsqueda y rescate urbano, gestión de escenarios de muertes masivas, remoción de escombros en incendios forestales y gestión de residuos peligrosos. La finalidad primordial es ofrecer conocimientos técnicos y experiencia a los líderes de las operaciones de emergencia sobre el terreno.