Pese a que no corresponde a sus hábitos alimenticios, las Fuerzas Armadas del Perú compraron 55 mil raciones de tacos, chiles y jalapeños para sus soldados a nivel nacional. La comida “Tex-Mex” fue adquirida a la compañía estadounidense Nex-Xos de Florida, por intermedio de una empresa peruana inexperta en la importación de alimentos para militares.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas realizó la compra de la comida “Tex-Mex” de “compra directa”, sin licitación
El 9 de junio de este año el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú efectuó la adquisición de la comida “Tex-Mex” mediante la modalidad de “compra directa”, es decir: sin licitación y según el criterio de los altos mandos de la entidad, quienes decidieron contratar a dedo los servicios de la firma peruana Lealto EIRL por un total de S/ 4 millones 125 mil (US$ 1 millón 72 mil), pese a que estos alimentos no forman parte de la dieta militar.
Incluso, según una investigación periodística, la empresa Lealto EIRL no se dedicaba al rubro gastronómico ni contaba con registro sanitario cuando las Fuerzas Armadas del Perú la contrataron para importar: maíz tostado sabor BBQ (barbacoa), salchicha italiana con pimiento y cebolla, tiras de ternera en salsa roja, taco vegetariano, frijoles con carne molida en salsa de chili, avena con mermelada de arce, etc.
Hasta junio del 2023, Lealto EIRL tenía permiso para la venta minorista y mayorista de productos farmacéuticos y médicos, cosméticos y artículos de tocador porque es una droguería. Ahora también cuenta con los respectivos registros sanitarios para la importación de alimentos, como la comida “Tex-Mex”, emitidos por la Dirección General de Salud Ambiental del Perú.
Datos indican que no es la primera vez que se han realizado este tipo de compras
Pero esta no es la primera vez que se han realizado este tipo de compras en las Fuerzas Armadas del Perú. En el 2008 el instituto militar eligió a la empresa estadounidense International Meal Supply, un conocido proveedor de las fuerzas norteamericanas, para adquirir raciones de la gastronomía de Texas. Aquella vez los soldados peruanos, especialmente los de regiones altoandinas, señalaron que no consumían los alimentos porque “no les gustaba o les caían mal”.