Se acerca el Día de Acción de Gracias el 23 de noviembre, y con él, la anticipada cena familiar protagonizada por el pavo al horno. Al comprar un pavo congelado, los Centros de Control de Enfermedades (CDC) enfatizan la importancia de descongelarlo adecuadamente para prevenir intoxicaciones alimentarias.
Métodos recomendados por los CDC
Los CDC sugieren tres formas de descongelar el pavo. El primero es en el refrigerador, dentro de su envoltura original en un recipiente para evitar que los jugos contaminen otros alimentos. Se necesitan al menos 24 horas por cada 4 o 5 libras de pavo, pudiendo permanecer en el refrigerador hasta dos días antes de la cocción. El segundo método es en agua fría, cambiando el agua cada 30 minutos por libra de pavo. Una vez descongelado, debe cocinarse de inmediato. La tercera opción es el microondas, siguiendo las instrucciones del fabricante y cocinándolo de una vez.
Consejos para la preparación del pavo
Antes de hornear el pavo, es fundamental marinarlo y condimentarlo correctamente. Utiliza hierbas, aceite, ajo y cítricos para realzar su sabor. En cuanto al relleno, la clave radica en utilizar media cebolla, medio limón y un puñado de hierbas frescas.
Planificación del tiempo de cocción
Dado que el tiempo de cocción puede ser considerable, es recomendable comenzar a cocinar el pavo temprano para que esté listo unas horas antes de la reunión. El tiempo de cocción dependerá del peso del ave, considerando también el relleno. ¡Prepárate para disfrutar de una deliciosa celebración de Acción de Gracias con un pavo perfectamente cocido!