Sargento Marco Antonio Auccatoma Felices acusó a comandante general de ordenar el robo de combustible de patrullas del Pentagonito.
Marlene Felices, madre del sargento segundo del Ejército peruano, Marco Antonio Auccatoma Felices, reportó su desaparición, luego de que el militar denunciara en un programa periodístico el robo sistemático de combustible dentro del cuartel de la Comandancia General del Ejército, en Lima.
Felices envió una carta al congresista Guillermo Bermejo en el que denunció que su familia no ha podido establecer comunicación con él desde el pasado 28 de enero. Además, dijo que las autoridades del Pentagonito no le brindaron información y solo le expresaron que es un “desertor”.
“Acontecido este hecho (la denuncia del robo de gasolina), no tengo comunicación absoluta con mi hijo desde el 28 de enero del 2024, por última vez mediante el aplicado WhatsApp. Y habiendo hecho las averiguaciones del caso y no teniendo conocimiento de su paradero, solicito apoyo de su bancada (Cambio Democrático-Juntos por el Perú), a fin de tomar acciones inmediatas”, se lee en la carta.
Entre las acciones que pedía la familia del sargento, estaba interponer una acción de habeas corpus contra el Ejército para que den cuenta del paradero de Marco Auccatoma, y extender pedidos a las comisiones de Defensa y Fiscalización para que exijan al Ministerio de Defensa y a la Comandancia General del Ejército un pronunciamiento al respecto.
Sin embargo, horas después de conocerse la denuncia, el medio periodístico ‘Panorama’ aseguró que el sargento envió un mensaje a su familia para comunicarles que se encontraba bien y colaborando con la justicia.
Aún no hay un comunicado oficial por parte del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas al respecto.
El domingo 4 de febrero del 2024, el sargento denunció con videos y conversaciones de Whatsapp el robo sistemático de combustible asignado a las patrullas del Pentagonito. Según su testimonio, la gasolina era sustraída por órdenes del comandante Jimmy Grandez Sánchez quien luego almacenaba el combustible y coordinaba su venta con oficiales y suboficiales de la institución castrense.