El huracán Idalia impactó en la región de Big Bend, Florida, como un huracán de categoría 3 con vientos sostenidos de 201 km/h el miércoles por la mañana. Esta ha sido una trayectoria inusual desde su formación en el mar Caribe durante el fin de semana. Idalia es el huracán más poderoso en tocar tierra en la región en más de 125 años, con vientos máximos históricos. El último huracán de fuerza similar que afectó la región fue en 1896, con vientos similares.
Idalia también es notable por ser el primer huracán de categoría 3 o superior en cruzar la bahía de Apalachee en Florida. Su impacto provocó una marejada ciclónica que elevó el nivel del agua en lugares como Cedar Key a 2 metros por encima de las mareas normales, rompiendo récords previos.
Después de golpear Florida, Idalia se debilitó a una categoría 1, pero todavía tiene vientos fuertes de 140 km/h mientras se dirige hacia Georgia y las Carolinas, causando fuertes lluvias. El Presidente mencionó la influencia de la crisis climática en este fenómeno, resaltando la frecuencia de eventos extremos como inundaciones, sequías y calor intenso.
El paso del huracán resultó en dos muertes en accidentes de carretera debido a las condiciones climáticas adversas y fuertes lluvias. La Guardia Nacional y otros equipos de rescate están activos en la asistencia a los afectados. Organizaciones como la Cruz Roja y FEMA también brindan apoyo con suministros esenciales.
En resumen, el huracán Idalia impactó en Florida como un poderoso huracán de categoría 3, causando impactos significativos en la región y llevando consigo una serie de consecuencias, incluyendo registros de inundaciones históricas, daños en carreteras y una respuesta de ayuda por parte de diversas agencias y organizaciones.