La mañana de este miércoles 8 de mayo, un grupo de más de 100 ejidatarios del poblado Maclovio Rojas, se trasladaron hasta las instalaciones de la planta de Pemex en Rosarito, esto como parte de un movimiento de protestas para exigir la regularización de sus predios ubicados en la zona este de la ciudad de Tijuana.
“No nos dejan otro camino, no nos quieren atender, parece que no somos ciudadanos, que no pagamos impuestos, parece que no tenemos derechos y el gobierno no nos quiere atender, el gobierno estatal hizo caso omiso de las condiciones en las que están los posesionarios del Maclovio Rojas, les vale un comino, incluso en algunas movilizaciones, nos aventaron a la policía, como si fuéramos delincuentes, a los niños, y a los ancianos les aventaron a la policía, los amedrentaron con la policía, entonces no nos queda otro camino más que el de la manifestación y siempre va a ser pacífica”.
El líder explicó, Juan de Dios, indicó durante la manifestación en la planta de Pemex, no se realizaron destrozos, únicamente se cerraron las instalaciones para pedirle a las autoridades que les den una solución a la problemática, además, de que explicaron este movimiento continuará hasta que les den una solución.
“No es posible que después de 36 años, no se resuelva ese problema, entonces las instalaciones no se van a abrir hasta que no se resuelve el problema y por lo menos la Secretaría de gobierno a nivel federal nos reciba, y escucha todas las peticiones que tenemos en relación a los predios y todas las amenazas que hemos recibido por parte de elegido, amedrentamiento y violencia, intentos de desalojo, afortunadamente somos gente solidaria organizada con un movimiento social, ya de bastantes años”.
Cabe señalar que el movimiento de los pobladores de El Ejido Maclovio Rojas ha realizado varias manifestaciones, como la toma de las instalaciones del Instituto de Movilidad Sustentable (IMOS), en Tijuana, así como el cierre de la carretera Tijuana-Tecate. Por lo que desde hace un mes, indicaron que seguirán con las movilizaciones hasta ser verdaderamente escuchados.
