El pasado 20 de mayo, la Cancillería de Panamá anunció el cierre temporal de todos los pasos terrestres, marítimos y fluviales con Colombia, el objetivo es prevenir la propagación del COVID-19 y fortalecer la seguridad fronteriza, especialmente frente al complejo escenario migratorio en la región.
La decisión panameña surge como contrapartida a la apertura anunciada por Colombia el pasado miércoles 19 de mayo, que incluía la reactivación de los cruces con Perú, Brasil, Ecuador y Panamá. Esta medida fue justificada por las autoridades colombianas como parte del proceso para reactivar sectores económicos clave y atender solicitudes de comunidades del sur del país, particularmente en el departamento de Nariño.
han instalado alambrados en varios pasos al Darién para impedir el tránsito
Sin embargo, la apertura de Colombia no fue bien recibida por Panamá, que argumentó que la crisis migratoria a través del territorio selvático de El Darién, utilizado por cientos de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, complica el control migratorio y sanitario en su territorio. Esta situación, según el comunicado oficial, justifica el cierre temporal de las fronteras hasta que las condiciones sanitarias lo permitan.
En el comunicado emitido por la Cancillería de Panamá, se asegura que la medida es temporal y que se levantará tan pronto como las circunstancias lo permitan, sin especificar una fecha exacta para la reapertura. Esta situación deja en incertidumbre a los ciudadanos y migrantes que dependen de la circulación entre ambos países, afectando principalmente aquellos que realizan tránsitos regulares por motivos laborales, comerciales o personales.
Las autoridades de ambos países continuarán evaluando la situación y mantendrán comunicación para coordinar cualquier cambio futuro en las políticas fronterizas, considerando siempre las recomendaciones de salud pública y la seguridad de las poblaciones afectadas.