El inicio de la semana laboral fue un caos para cientos de ciudadanos debido a una manifestación de taxis rojos en Tijuana que se tornó violenta y dejó a siete heridos tras paralizar el tráfico en la zona de la 5 y 10.
Los tijuanenses que deben atravesar el crucero de la 5 y 10 se vieron sorprendidos este lunes al no poder transitar por la vialidad, quienes van en carro, o ser bajados de sus taxis antes de los puentes peatonales.
Y es que desde alrededor de las 6 de la mañana decenas de taxistas rojos con franja negra colocaron sus unidades sobre el bulevar Gustavo Díaz Ordaz y avenida San Pedro, poco antes de las vialidades que conectan con el libramiento Rosas Magallón, para bloquear la importante vialidad.
El bloqueo generó caos vial en todos los alrededores
Mientras los chóferes mantenían sus unidades en el bulevar, agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana comenzaron a prepararse con sus equipos antimotines.
Al lugar también arribó Jorge Alberto Gutiérrez Topete, director del Instituto de Movilidad Sustentable (IMOS), para intentar dialogar con los taxistas.
Los choferes exigieron un alto a las costosas multas que aseguran han recibido por supuestas faltas al Reglamento de Tránsito, así como una explicación a unidades que no pueden dar de alta a pesar de que se había acordado con el gobierno del estado.
Batalla campal en la 5 y 10 deja 7 heridos
Sin embargo, no hubo ningún acuerdo y lejos de terminar el bloqueo, la situación se tornó violenta cuando los taxis empezaron a ser remolcados.
Mientras algunas unidades eran subidas a las grúas, los taxistas se armaron de pedazos de concreto que lanzaron en contra de los agentes antimotines, pero que alcanzaron a transeúntes y hasta reporteros que cubrían los hechos.
Al menos cinco agentes estatales y dos periodistas resultaron heridos, de acuerdo con el gobierno estatal. Sin embargo, no se ha brindado información oficial sobre la cifra de detenidos, tampoco se específico si hubo chóferes lesionados.
La paralizada avenida se convirtió por unos minutos en el escenario de una batalla campal en la que hasta rodaron llantas en llamas y algunos chóferes huyeron a toda velocidad.