Varias empresas internacionales suspenden visitas turísticas a Selva Lacandona por la presencia de cárteles, que desde hace meses controlan algunos de los accesos a las zonas arqueológicas de Chiapas.
La empresa mexicana ATC Touroperadores denunció por medio de un comunicado, citado por El Universal, que desde hace tres meses el ambiente turístico en el estado ha sido violentado, incluso destacando “situaciones que se dieron con tres grupos de franceses”.
El mismo medio nacional destaca que los hechos violentos denunciados se derivan de enfrentamientos entre el Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación por el control de los accesos a caminos y comunidades del municipio de Ocosingo.
Tras varios incidentes con hombres armados en la zonas, empresas turísticas de Francia, Inglaterra, Bélgica y México, finalmente informaron que dejarán de llevar a turistas hacia la Selva Lacandona.
Solo guiarán visitas a Palenque
Las visitas guiadas continuarán, pero únicamente a Palenque. Los turistas nacionales e internacionales ya no serán llevados hacia la laguna de Nahá y las zonas arqueológicas de Bonampak y Yaxchilán, en donde han sido detenidos por hombres armados.
La agencia turística informó que serán reprogramadas para lo que resta del año las rutas que eran visitadas en la región.
Aunque los hechos violentos han alcanzado a los turistas en los últimos meses, las empresas turísticas aseguran que han lidiado con la situación durante años, pero han trabajado para disfrazar los problemas.
Hombres armados condicionan las zonas arqueológicas
Ante los turistas, los guías inventan historias para justificar lo que encuentran en sus trayectos e incluso cambian de rutas en los recorridos para evitar ser víctimas de actos violentos.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, hay puntos en que se han topado con balaceras y otros en que hombres armados los detienen para realizar un cobro extra por ingresar a las zonas arqueológicas, incluso condicionando la hora y el transporte.
Hay otros puntos que son bloqueados por los nativos, lacandones y choles, con quienes se puede negociar el paso o utilizar una ruta alterna. Pero han decidido no arriesgar más a los turistas.