Se revelan más secretos en el desierto de Perú. Un equipo japonés identificó nuevos geoglifos utilizando inteligencia artificial y datos geoespaciales en un proyecto sin precedentes.
Foto: EFE
Las líneas de Nazca, en Perú, son uno de los mayores enigmas arqueológicos del mundo. Situadas en las áridas pampas de Jumana en Ica, las representaciones geométricas y figurativas de animales, personas, entre otros trazos han permanecido prácticamente intactas desde hace 1.700 años. Sin embargo, su significado sigue siendo un misterio sin resolver.
Por ello, con la ayuda de la inteligencia artificial, investigadores del Instituto Nazca de la Universidad de Yamagata de Japón, junto a un equipo de IBM Reseach, lograron identificar un total de 303 nuevos geoglifos en Nazca. Este hallazgo ha duplicado el número de figuras descubiertas desde 1940, cuando la arqueóloga alemana Maria Reiche inició su investigación en Ica.
Debido a la limitada data con la que contaban los investigadores, se desarrolló un modelo de inteligencia artificial capaz de trabajar con las pocas muestras disponibles. Y en un periodo de seis meses este programa pudo identificar las zonas con posibles geoglifos a través de particulares características del desierto como la acidez de la tierra y ciertas condiciones climáticas. De esta manera, se pudo analizar una amplia cantidad de imágenes geoespaciales que los especialistas examinaron, encontrando nuevas figuras.
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La universidad japonesa señaló a EFE, que hay más de 1.000 geoglifos de tipo relieve distribuidos a lo largo de más de 100 senderos en las pampas de Nazca. Teniendo en cuenta que esta cultura no contaba con un lenguaje escrito, este descubrimiento ofrece nueva información para complementar la que ya se tenía a través de su cerámica, textilería y otros vestigios.