El lunes 3 de abril, la FIFA reveló su decisión de retirar al Perú como anfitrión de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2023, debido a la incapacidad del país para cumplir con sus compromisos y terminar las infraestructuras necesarias para disputar el torneo. “A pesar de la buena colaboración entre la FIFA y la FPF, se ha decidido que no se dispone de suficiente tiempo para asegurar la inversión y concluir el trabajo con el gobierno peruano antes del inicio de la competición”, se lee en el comunicado de la FIFA.
En mayo de 2022, el gobierno peruano había anunciado la realización del torneo y había creado un grupo de trabajo para garantizar su éxito, pero los retrasos en las obras de remodelación y acondicionamiento de los estadios y las inundaciones causadas por la temporada de lluvias y el ciclón Yaku, habrían impedido la finalización de la infraestructura a tiempo.
Por su parte, la Federación Peruana de Fútbol también emitió un comunicado donde precisó que su responsabilidad era “la organización operativa del evento deportivo” y que, pese a todas las gestiones, la medida de quitarle al Perú la sede se debió a la imposibilidad de cumplir con los plazos establecidos. “La decisión se sustenta en los retrasos en el inicio de la ejecución de las obras de infraestructura deportiva. (…) Pese a la voluntad de las autoridades del Gobierno en concretar las obligaciones asumidas como país ante la FIFA, su unidad de ejecución no logró cumplir con los procesos en los plazos establecidos”, indicó la federación.
Debido a esta decisión, la Selección Peruana Sub 17 perdió su cupo en el Mundial de la categoría, el cual estaba a asegurado como anfitrión. El Perú deberá ganarse el cupo por mérito deportivo en el Sudamericano que se viene realizando en Ecuador hasta el 23 de abril.