Evitar que se repitan las decenas de muertes y cientos de infectados con hepatitis A entre los indigentes de san diego, se ha convertido en una misión de gran importancia.
hace 5 años ocurrió el brote mortal y este 2023 la cantidad de personas que viven en las calles enfermas está aumentando.
Por ello, en banquetas donde están los campamentos de los desamparados se han instalado un total de 13 baños y lavamanos portátiles para reducir el número de enfermos.
La hepatitis A se transmite con frecuencia entre personas que viven en la calle, cuando van al baño en cualquier lado y no se lavan las manos. Además de los nuevos lavamanos, ya se han vacunado a unos 500 indigentes con la vacuna para evitar la enfermedad.