¡No a la violencia destructiva, ni un muerto más! Con este título la Conferencia Episcopal Peruana emitió un comunicado en el que se refiere a la anunciada ‘Tercera Toma de Lima’, que se llevará a cabo el miércoles 19 de julio. En su mensaje, hicieron un enfático llamado al diálogo y rechazaron cualquier forma de violencia en el marco de las próximas movilizaciones sociales.
Asimismo, reconoció que aún cuando el derecho a la protesta está respaldado por la Constitución, esta no ampara el uso de la violencia.
“La violencia y/o el vandalismo, vengan de donde vengan, deslegitiman el derecho a la protesta. Coincidimos con el parecer de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informe sobre el caso peruano (abril, 2023): ‘los actos de violencia no están protegidos por el derecho a la protesta’ (párr. 240). Por ello, la vulneración de la paz social y el orden público exigen la intervención de las instituciones responsables de garantizar los derechos ciudadanos. Ningún peruano (a) tiene la potestad de levantar la mano contra otro(a)”, se lee en el comunicado.
La CEP también exhortó al respeto de la propiedad privada y los bienes públicos durante la protesta, considerándolo una “exigencia, no una alternativa”. Además, solicitaron que no se bloqueen las vías públicas para permitir el tránsito de las emergencias de salud. Del mismo modo, instó al gobierno peruano a escuchar a su pueblo y a no ser ajenos a sus “urgentes necesidades y justos reclamos”, ya que, sin participación ciudadana, no hay democracia.
Finalmente, hicieron un llamado a no perder la esperanza. “El Perú es nuestro y nosotros somos los únicos responsables de sacarlo de la crisis política, social, económica y moral; así mismo, estamos llamados a respetar y proteger la gran riqueza cultural de nuestro pueblo”, añadió.
“También hacemos un llamado al diálogo a la gran familia peruana, un diálogo entre todas las Sangres, no a la indiferencia egoísta, ni a la violencia destructiva, es momento de unirnos para buscar el bien común de todos los peruanos. ¡Seamos constructores de paz, progreso y esperanza!”, concluye el comunicado.