Inicia una nueva etapa, en la lucha por quitar de las calles a las miles de personas que ahí viven en la ciudad de San Diego.
La policía y servicios sociales, empiezan a recorrer cuadras enteras, con la intención de remover del centro de la ciudad, los múltiples campamentos de indigentes, que abarrotan con sus casas de acampar y pertenencias, aceras, puentes, parques y los costados de carreteras.
Desde este lunes 31 de julio, las autoridades tienen permitido desmantelar todo refugio improvisado, de cualquier sitio público, siempre y cuando exista espacio para las personas afectadas en algún albergue.
Pero existe un segundo componente más estricto de la ley: absolutamente todos los campamentos de desamparados quedan prohibidos, en parques, cánones y laderas, estaciones de transporte público, y cerca de escuelas, centros recreativos, y albergues para desamparados.
Las personas recibirán una advertencia la primera vez que se nieguen a cooperar. La ordenanza también brinda a los oficiales la capacidad de dar multas y hasta arrestar a infractores constantes.
La ciudad de San Diego, tiene por lo menos unas 6 mil 500 personas viviendo en sus calles. Un aumento del 22% de indigencia en el último año.