Gracias a un trabajo de coordinación con las Fuerzas Especiales del Reino Unido y la Secretaría de Marina de México, fue capturado en Cancún Nelson Enrique Bautista, alias ‘Poporro’, quien es socio de los carteles ‘Jalisco Nueva Generación’ y ‘Tijuana’ en el delito de tráfico de migrantes.
“Dinamizador del microtráfico en el departamento de Santander y señalado de ser el autor intelectual de al menos 15 homicidios”
Migrantes eran llevados a varias ciudades de los estados de Quintana Roo y Yucatán en caletas de camiones, autobuses y carros de servicio público
‘Poporro’, oriundo de Santander, había iniciado sus actividades criminales en 2006, como miembro de un grupo armado organizado, pero dos años más tarde decidió crear su propia organización criminal, denominada ‘Los del Sur’, dedicada a actividades de microtráfico, extorsión y sicariato en los dos Santanderes.
“Decidió radicarse en México donde inició alianzas con carteles de ese país dedicado al tráfico de migrantes. Este tráfico de migrantes, de personas procedentes de Colombia se daba por vía aérea hasta algunas ciudades de México, y en México vía terrestre los transportaban en las peores condiciones hacia la frontera con los Estados Unidos”
Como parte de pago obligaban a cada migrante a transportar paquetes de 4 a 20 kilos de cocaína o a ingerir entre 20 y 80 cápsulas del alcaloide
Luego, en 2020, tras una guerra a muerte con alias ‘Pichi’ por el control territorial del tráfico de estupefacientes en Santander y Norte de Santander, que dejó más de 30 muertos, buscó refugio en Cancún, desde donde comenzó a liderar una red internacional de tráfico de migrantes que llegaban a Colombia provenientes de Venezuela, Perú, Chile, Ecuador y Panamá.
“Cuando arribaba al aeropuerto El Dorado de Bogotá alias ‘Poporro’ quien se encontraba en el cartel de los más buscados de la Policía contra quien había circular azul de la interpol fue imputado por los delitos de homicidio agravado, tráfico de estupefacientes”
Contactaba a sus víctimas a través de cuentas de WhatsApp, a nombre de ‘Don Antonio’, desde donde les ofrecía trasladarlos hasta la frontera con Estados Unidos por precios que oscilaban entre los 5.000 y 8.000 dólares.