En un operativo reciente, la Armada de Colombia logró rescatar a 132 migrantes que intentaban salir ilegalmente desde la isla de San Andrés hacia Estados Unidos en embarcaciones irregulares. Este preocupante hallazgo pone de relieve la creciente utilización del turismo como fachada para el tráfico de personas por parte de organizaciones transnacionales.
La mayoría de los migrantes rescatados son de nacionalidad venezolana, reflejando la difícil situación migratoria que enfrentan ciudadanos de diversos países en busca de mejores condiciones de vida fuera de sus fronteras. Además del rescate, las autoridades lograron la captura de 15 personas implicadas en el delito de tráfico de migrantes, subrayando la complejidad y la gravedad de esta actividad ilegal.
Carlos Hernando Oramas, del comando específico de la Armada en San Andrés, alertó sobre los riesgos que enfrentan los migrantes al contratar embarcaciones irregulares, las cuales exceden su capacidad máxima y operan en condiciones peligrosas en aguas del mar Caribe.
Al menos 50 migrantes han desaparecido en medio de estas travesías
“Embarcaciones diseñadas para llevar a un máximo de 10 personas están transportando de manera ilegal entre 20 y 25 migrantes, incluyendo niños pequeños”, explicó Oramas, destacando la precariedad y el riesgo extremo al que se exponen quienes se aventuran en estas travesías.
Según información oficial de la Armada de Colombia, entre los años 2023 y 2024 se han rescatado un total de 456 migrantes venezolanos, además de 108 ciudadanos chinos y 61 ecuatorianos. Estas cifras subrayan la diversidad de nacionalidades involucradas en este tipo de operaciones ilegales, así como la complejidad de los grupos delictivos implicados.
“Son grupos de delincuencia común que prestan el servicio de transporte a otras organizaciones de crimen transnacional”, afirmó Oramas, revelando la estructura criminal detrás de estas operaciones y su conexión con redes internacionales de tráfico de personas.
Las autoridades continúan investigando a fondo para desmantelar estas redes criminales que operan bajo la apariencia de actividades turísticas en San Andrés. Este tipo de delitos no solo comprometen la seguridad de los migrantes y su bienestar, sino que también afectan la reputación y la tranquilidad de la comunidad isleña, conocida por su belleza natural y su atractivo turístico.
La vigilancia intensificada y la cooperación internacional son cruciales para combatir eficazmente el tráfico de migrantes y garantizar que San Andrés siga siendo un destino seguro y acogedor para sus residentes y visitantes.