En respuesta a la creciente preocupación por la escasez de agua en la capital colombiana, la Alcaldía de Bogotá, junto con el Ministerio de Ambiente, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y la Comisión de Regulación de Agua Potable, han emitido una alerta sobre la posible falta del líquido vital en la ciudad para el año 2025.
Según la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, el embalse de Chuza, que forma parte del sistema Chingaza, podría estar solo al 22% de su capacidad para diciembre de 2024. Esta situación pondría en riesgo el abastecimiento de agua para Bogotá en el próximo año. “Si llegamos a diciembre con el embalse al 22%, no habrá suficiente capacidad para soportar la temporada seca hasta la próxima temporada de lluvias“. En consecuencia, se plantea un racionamiento diario de agua, con una reducción en el consumo de al menos 3 metros cúbicos por segundo a partir de octubre.
El Ideam ha corroborado la preocupación, indicando que las lluvias esperadas para la región de la Orinoquía, especialmente para el embalse de Chuza, serán menores a las habituales durante septiembre y los meses siguientes. Esta disminución en las precipitaciones afectará el volumen de agua disponible, acrecentando la crisis.
Para enfrentar esta situación, la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) ha propuesto una serie de medidas estrictas. Los estratos 1 al 4 deberán limitar su consumo a 12 metros cúbicos por segundo, mientras que los estratos 5 y 6 tendrán un límite de 9 metros cúbicos por segundo. Además, se aplicará una tarifa doble por cada metro cúbico adicional consumido más allá de estos límites, con una resolución en proceso para formalizar esta política.
actualmente en Bogotá hay racionamiento por zonas cada día
La directora de la CRA, Ruth Quevedo, detalló que se implementarán varias estrategias para desincentivar el uso excesivo de agua. Estas incluyen el endurecimiento del cobro por sobreconsumo, la introducción de penalizaciones para empresas que no cumplan con las metas de reducción de pérdidas de agua, y ajustes en los contratos de suministro de agua potable. También se planifica incluir a los usuarios no residenciales en el esquema de cobro adicional por consumo excesivo.
Además, la Superintendencia de Servicios actualizará los planes de contingencia para reducir los límites de consumo y se fortalecerán los programas de uso eficiente y ahorro de agua. El viceministro de agua ha anunciado que se brindará asistencia técnica a los municipios de la sabana y al distrito para actualizar estos planes y desarrollar proyectos que reduzcan la dependencia del embalse Chuza.
Actualmente, el Sistema Chingaza se encuentra al 47% de su capacidad, con una tendencia a la baja después de haber alcanzado un pico de recuperación a mediados de agosto de 2024. Las últimas mediciones indican que los niveles del sistema han caído del 52,7% al 47,6% en el transcurso de un mes.
El Acueducto de Bogotá también está tomando medidas para mejorar la eficiencia del sistema de medición del agua y reducir la pérdida del recurso hídrico. La situación requiere un esfuerzo coordinado y continuo para asegurar que la escasez no afecte gravemente a los residentes de la ciudad.