Tras nueve meses de investigación y gracias a las denuncias de ciudadanos las autoridades en Bogotá capturaron a cuatro menores de edad señalados de cometer delitos como hurto calificado y agravado, lesiones personales, homicidio agravado y acto sexual abusivo con menor de 14 años.
El primer incidente ocurrió en el barrio Pensilvania, en la localidad de Puente Aranda. Un menor de 17 años fue arrestado por lesiones personales tras abordar a una víctima, intimidándola con un arma corto punzante y causándole lesiones durante el robo de su motocicleta. Este joven ya contaba con antecedentes en el Sistema Penal Oral Acusatorio por hurto calificado y secuestro.
El segundo caso ocurrió en la localidad de Bosa, donde otro menor de 17 años realizó tocamientos en las partes íntimas a su hermana de 13 años de edad. El joven fue juzgado por el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado.
El tercer caso tuvo lugar en el barrio Timiza, en Kennedy, donde tres adolescentes amenazaron a otros menores con un machete, robándoles sus celulares y pertenencias. Gracias a los gritos de auxilio de las víctimas, los delincuentes fueron perseguidos por la comunidad y finalmente interceptados por la Policía, quienes los pusieron a disposición de la Fiscalía General de la Nación.
El cuarto caso se registró en la localidad de Usme, donde un menor fue implicado en un homicidio tras una riña surgida de un intento de hurto. El joven utilizó un arma cortopunzante, lo que resultó en la muerte de la víctima. También fue dejado a disposición de la Fiscalía por homicidio agravado.
Captura de un mayor prófugo
Adicionalmente, la Policía capturó a un adulto que había estado prófugo durante 12 años, acusado de un homicidio cometido en 2013. Este individuo fue señalado de matar a otro estudiante en una riña a la salida de un colegio.
Estadísticas preocupantes
Hasta la fecha, la Policía Metropolitana ha aprehendido a 838 adolescentes en lo que va del año, con 737 detenciones en flagrancia y 101 por orden judicial. Este aumento en la participación de menores en actividades delictivas plantea un desafío significativo para las autoridades y la sociedad en general.