En una operación conjunta entre el Ejército Nacional, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de Caldas y la Fiscalía General de la Nación, las autoridades lograron desarticular una poderosa red criminal dedicada a la comercialización de rifas y loterías ilegales en los departamentos de Quindío, Risaralda y Valle del Cauca. La red, que movía hasta 10 mil millones de pesos anuales, fue desmantelada mediante una serie de allanamientos en 17 inmuebles en municipios clave de la región, como Pereira, La Tebaida, Caicedonia y Sevilla.
La operación, que estuvo respaldada por semanas de inteligencia, permitió la captura de 18 personas, entre ellas varios de los presuntos cabecillas de la organización, incluyendo a Diego Fernando Mora Obando, uno de los líderes más importantes del grupo. También fueron arrestados Vivian Vanesa García Riveros y Darwin Carmelo López, quienes enfrentarán cargos por tráfico ilícito de fauna silvestre, ejercicio ilícito de actividades rentísticas y concierto para delinquir agravado.
Los registros de los allanamientos revelaron una infraestructura impresionante que la organización utilizaba para operar a gran escala. En total, las autoridades incautaron más de 250 millones de pesos en efectivo, 374 simcards, 37 celulares, y seis computadoras. Además, se descubrió una considerable cantidad de documentos falsificados, entre ellos 209 cédulas de ciudadanía colombiana, 12 cédulas brasileñas, 9 licencias de conducción mexicanas, y 84 facturas falsas con logos de empresas extranjeras.
Sin embargo, el hallazgo más alarmante fueron los 58,000 boletos y bonos de chance ilegal. Este material, junto con talonarios de rifas y planillas de registro de juegos ilegales, confirmó que la organización operaba de manera sistemática y estructurada, generando millonarias ganancias a través de la comercialización clandestina de rifas y chances no autorizados. Estos boletos eran distribuidos principalmente en el mercado informal, sin ningún tipo de regulación ni supervisión estatal.
El control de grupos criminales
Según las investigaciones, la red de rifas ilegales operaba bajo el control del Grupo Delincuencial Organizado Apolo, que mantenía estrechos vínculos con otro grupo criminal, La Inmaculada. A través de pagos extorsivos, conocidos como “vacunas”, los miembros de la red obtenían la protección necesaria para seguir operando en diversas regiones del país, sin temor a represalias por parte de las autoridades.
Este esquema criminal no solo se limitaba a la venta de boletos de rifas ilegales, sino que también involucraba el tráfico de productos derivados de estos juegos, lo que ampliaba su red de ingresos ilícitos. De acuerdo con las autoridades, la red tenía un alto nivel de organización, con roles bien definidos entre sus miembros, lo que les permitió operar durante un largo periodo sin ser detectados.
Impacto y futuras investigaciones
La desarticulación de esta red no solo representa un golpe significativo al crimen organizado en la región, sino que también pone de manifiesto los riesgos asociados a la proliferación de juegos de azar ilegales en Colombia. Las autoridades han destacado que, además de las implicaciones económicas, estas actividades también pueden estar relacionadas con otros crímenes, como el lavado de activos y el tráfico de influencias.
La Fiscalía y el CTI de Caldas continuarán con las investigaciones para determinar la extensión completa de las operaciones de la red y para identificar posibles conexiones con otros grupos criminales en otras regiones del país.
Con este operativo, las autoridades reafirman su compromiso en la lucha contra el crimen organizado y la ilegalidad en el país, y destacan la importancia de las labores de inteligencia para desmantelar redes que afectan a la sociedad y la economía. La captura de los 18 implicados en este caso es solo el comienzo de una serie de acciones que buscan erradicar la ilegalidad que afecta a diversas comunidades colombianas.
La Fiscalía, por su parte, ha confirmado que continuará con el seguimiento de los casos judiciales y la colaboración con las autoridades internacionales para desarticular completamente las redes criminales que operan en el mercado de rifas y juegos de azar ilegales.