El barrio Nueva Colombia, en la comuna 11 de Buenaventura, se ha visto sacudido nuevamente por la violencia. En las últimas semanas, las balaceras entre las bandas criminales Los Shottas y Los Espartanos han generado un clima de zozobra, desplazando a familias enteras y poniendo en alerta a las autoridades locales.
Los enfrentamientos, que según la comunidad se originan por el incumplimiento de la tregua pactada entre las bandas, han reavivado los temores en la población civil. “Vivimos confinados por el miedo de quedar en el fuego cruzado”, expresó un habitante de la zona, quien prefirió no ser identificado por razones de seguridad.
David Torres, defensor regional del pueblo para el Pacífico, señaló que aunque aún no se han registrado desplazamientos masivos, las familias viven con un temor palpable. “Hay zozobra, hay miedo. Las balaceras han generado pánico, y necesitamos que la comunidad pueda vivir en paz, sin temor de salir a la calle o que sus hijos no puedan ir a la escuela”, afirmó el defensor, haciendo un llamado a las autoridades para garantizar la seguridad en la zona.
Los enfrentamientos entre Los Shottas y Los Espartanos ya han dejado al menos una víctima. Un hombre, que se encontraba conversando con vecinos en la calle, fue alcanzado por una bala perdida y se encuentra hospitalizado, esperando ser trasladado a Cali para recibir atención médica especializada. La comunidad teme que los enfrentamientos escalen aún más si no se toman medidas inmediatas.
Causas de la violencia
Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente la causa de la reciente ola de violencia, fuentes cercanas a la comunidad señalan que los responsables son los miembros de las bandas Los Shottas y Los Espartanos, quienes se encuentran en el proceso de “Paz Urbana” promovido por el Gobierno Nacional. Al parecer, estas estructuras criminales no habrían respetado la tregua de no agresión pactada entre ellas, lo que ha reavivado los enfrentamientos.
El gobierno ya había advertido sobre la posibilidad de que se rompiera esta tregua. A través de un comunicado, la Delegación para el Espacio de Conversación Socio Jurídica de Buenaventura instó a ambas bandas a honrar el acuerdo de paz, que tiene vigencia hasta el 5 de febrero de este año. Esta solicitud llegó después de un incremento en los homicidios, que en la última semana alcanzaron al menos cinco muertes violentas en el distrito portuario.
“Convocamos a las estructuras de Shottas y Espartanos a honrar sus compromisos de desescalamiento de las violencias para una mayor tranquilidad y convivencia ciudadana”, expresó la Delegación en su comunicado oficial.
Un llamado a la paz
El arzobispo de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo, quien ha jugado un papel clave como mediador en las conversaciones de paz, también se pronunció. “Hago un llamado fraternal a las estructuras para que retomen el camino del diálogo y para que reafirmen su verdadero compromiso por la paz de Buenaventura”, señaló Jaramillo, quien también pidió al Gobierno Nacional y a las instituciones locales redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad en la región.
Por su parte, las autoridades han dejado claro que el proceso de Paz Urbana no exime a las bandas de ser perseguidas por la justicia. La Policía y la Armada Nacional continúan realizando operativos en busca de los responsables de los enfrentamientos y han intensificado la lucha contra el narcotráfico y la extorsión en la región.
Mientras tanto, los habitantes de Buenaventura siguen esperando que la paz prometida por el Gobierno se materialice, mientras enfrentan la amenaza constante de la violencia en las calles. La comunidad exige garantías para vivir sin el miedo de que una bala perdida pueda arrebatarles la vida o llevarlos al desplazamiento forzado.