La denuncia de una madre ha conmocionado a la comunidad educativa de Bogotá. Un joven de 14 años, estudiante de un colegio en Usme, sufrió lo que parecía ser un accidente en el centro educativo, pero terminó perdiendo un riñón, lo que ha dado pie a fuertes acusaciones de bullying.
El incidente ocurrió el pasado 26 de febrero a las 4:20 p.m., cuando Diana García, madre del menor, recibió la noticia de que su hijo había tenido un accidente en el colegio. Al llegar rápidamente al lugar, encontró a su hijo en una condición alarmante, tirado en el suelo en posición fetal y quejándose de un fuerte dolor en la espalda baja.
“Me dijeron que estaba inconsciente, pero cuando llegué, estaba muy mal. Se tocaba constantemente la espalda y parecía no poder reaccionar bien”, relató García, quien se mostró preocupada por la falta de primeros auxilios. Según la madre, solo una profesora acompañaba al menor en ese momento.
Tras ser atendido en un centro médico, se confirmó que la lesión sufrida por el joven era mucho más grave de lo inicialmente pensado: el impacto había afectado seriamente su riñón, lo que obligó a los médicos a realizar una operación para retirarlo.
Sin embargo, lo que la madre descubrió después cambió por completo la versión oficial del colegio. El joven, quien había sido atendido con urgencia en el hospital, relató que el incidente no fue un accidente, sino que había sido víctima de un forcejeo en el que dos compañeras intentaron maquillarle y encresparle las pestañas. En medio del forcejeo, uno de los golpes que recibió en la zona del riñón fue tan fuerte que terminó causando el daño interno.
“Él me dijo que las niñas lo cogieron de los brazos y lo empujaron contra un escalón. Fue allí donde recibió el golpe que lo dejó tan mal”
La noticia ha generado controversia, no solo por la gravedad del hecho, sino también por las posibles implicaciones de bullying dentro de la institución. Diana García cuestionó la versión dada por el colegio, pues considera que se trató de una agresión que no fue reportada ni tratada como un caso de acoso escolar. Según la madre, su hijo llevaba menos de un mes en ese colegio y, por lo tanto, no estaba lo suficientemente integrado para ser el blanco de una situación tan grave.
La respuesta del colegio
El colegio ha rechazado las acusaciones de bullying. Edwin Ussa, jefe de la Oficina de Convivencia Escolar de la institución, sostuvo que el estudiante llevaba solo dos semanas en la escuela y que, por esta razón, no existen elementos suficientes para afirmar que se trató de un caso de hostigamiento escolar. “No hay razones suficientes para indicar que se está generando un hostigamiento escolar contra el estudiante”, afirmó Ussa.
A pesar de la postura del colegio, las autoridades locales han intervenido para dar seguimiento al caso. La Secretaría de Educación ha mostrado su preocupación por el suceso y se ha comprometido a brindar acompañamiento tanto a la familia del joven como a la institución, para esclarecer los hechos y garantizar que se tomen las medidas necesarias.
Acompañamiento y medidas
El joven, aunque en una situación delicada de salud, ha sido autorizado para continuar sus estudios con flexibilización curricular, lo que le permitirá adaptarse a su recuperación. Por su parte, las autoridades siguen investigando el caso, y el colegio ha sido instado a revisar sus protocolos de convivencia escolar y a colaborar con las autoridades para evitar que situaciones similares se repitan.
Este caso pone en evidencia la importancia de abordar el bullying de manera seria y prevenir agresiones en las aulas, un tema que sigue siendo de gran relevancia para la comunidad educativa y las familias en Bogotá.