El joven asesinado de un balazo en el rostro y otro en el pecho por policías de San Diego el pasado fin de semana dentro de una unidad de Trolley en la primera estación en la frontera con San Ysidro, era un joven que portaba un arma de balines y padecía trastorno de estrés post traumático y déficit de atención e hiperactividad, que se encontraba en tratamiento y que ese dia no habia tomado su medicación.
De acuerdo a la madre del joven, Olimpia Neal quien informó mediante una publicación pública a través de redes sociales, su hijo padecía dichas enfermedades y hace tres años comenzó a escuchar voces en su mente por lo que llevaba un tratamiento médico.
En su publicación explicó que el pasado domingo ella y su hijo habían pasado por un “pequeño disgusto” ya que el joven había perdido una cita médica y no había tomado sus medicinas a lo que el joven le expresó que estas también lo hacían sentir mal.
La madre dijo desconocer cómo ocurrieron los hechos la noche del domingo en el trolley, únicamente dijo que su hijo portaba un arma de balines.