El jugador de la selección peruana responsabilizó a la familia Acuña dueña del Club Universidad César Vallejo.
La polémica entre el jugador de la Selección Peruana Paolo Guerrero y el club deportivo Universidad César Vallejo (UCV) continúa. El futbolista informó esta semana a la directiva de la UCV que no jugará en Trujillo, en la región La Libertad, al norte del país. Según dijo, desistió de pertenecer al club deportivo luego que su madre recibiera amenazas de extorsionadores.
Es por ello que Guerrero presentó su renuncia para desligarse del club. Ante ello, el presidente de la UCV, Richard Acuña, manifestó que desde el club van a analizar si es que aceptan dicha renuncia o no, en los tiempos establecidos según legislación peruana.
Acuña indicó que, mientras esa decisión se tome, Guerrero deberá presentarse este sábado a la concentración del club ya que aún es parte del equipo.
Ante estas declaraciones, Guerrero ha manifestado su molestia al asegurar que al no aceptar su renuncia se está dilatando su posibilidad de firmar por otros clubes de fútbol.
“No se trata hoy por hoy de ir a la FIFA, porque obviamente corro contra el tiempo de recuperar mi carrera, de volver a jugar. El 26 está claro que se cierra el libro de pases, y si estos tipos, estas personas, no firman la rescisión, voy a tener que ponerle punto final a mi carrera y va a ser gracias a estos señores, quienes van a ser los responsables de todo esto”, dijo Guerrero.