Una familia de Umbita, Boyacá, enfrenta un angustioso dilema tras la detención de Arlei Danilo Espitia Lara, un joven de 24 años, en Venezuela. Viajó al país vecino por amor, pero ahora está acusado de ser parte de un complot contra el gobierno de Nicolás Maduro, según declaraciones del ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello.
Arlei fue detenido el 14 de septiembre de 2024, cuando cruzaba de manera legal la frontera de Ureña, en el estado de Táchira, acompañado por Paula Reyes Albarrán, una venezolana con la que había comenzado una relación. La familia del joven asegura que su viaje tenía como objetivo ayudar a Paula a actualizar sus documentos y conocer más sobre su país.
En una rueda de prensa, Diosdado Cabello afirmó que los extranjeros que ingresan a Venezuela, bajo la premisa de visitar a sus parejas, en realidad tienen intenciones de conspirar. “A todos estos ciudadanos extranjeros se les garantizan sus derechos, pero sus gobiernos deben asumir que están viniendo a Venezuela a conspirar”.
varias denuncias de familiares de colombianos que viajaron al vecino país han denunciado la misma situación
Lorena Espitia, hermana de Arlei, relató la difícil situación en la que se encuentra su hermano. Tras su detención, fue sometido a un interrogatorio y se le exigió una carta de invitación para poder permanecer en el país. Paula Reyes, la mujer que lo acompañaba, trató de ayudar, pero las autoridades indicaron que el joven sería trasladado a Caracas para esperar una decisión.
“Él es inocente. Es un agricultor, no tiene ninguna relación con el paramilitarismo. Solo fue a ayudar a su novia”, expresó Lorena, quien ha estado buscando apoyo de diversas instancias, incluyendo la Cancillería y la Embajada de Venezuela. Hasta ahora, no han recibido información sobre el paradero o estado de salud del colombiano.
La familia, en su desesperación, ha llenado solicitudes en línea para obtener asistencia, pero hasta el momento no han tenido respuesta concreta. “Nos dijeron que era como una petición, pero no hemos obtenido ninguna respuesta. Solo queremos que nuestro hermano vuelva”.
La situación de Arlei Espitia resalta no solo la fragilidad de la relación entre Colombia y Venezuela, sino también las graves implicaciones que puede tener un viaje motivado por el amor en un contexto político tenso. La familia continúa esperando respuestas, aferrándose a la esperanza de que la inocencia de su ser querido prevalezca sobre las acusaciones infundadas.