El Gobierno de Colombia confirmó este martes que Estados Unidos reanudará esta semana la emisión de visas en su consulado en Bogotá, luego de una crisis diplomática sin precedentes entre ambos países. La suspensión de los servicios consulares, que comenzó el lunes, fue una represalia del presidente estadounidense, Donald Trump, por la negativa del presidente colombiano, Gustavo Petro, de recibir dos vuelos con deportados enviados desde EE.UU. el domingo pasado.
El canciller saliente de Colombia, Luis Gilberto Murillo, y el embajador en Washington, Daniel García-Peña, sostuvieron una reunión en la capital estadounidense con el responsable del Departamento de Estado para América Latina, Mauricio Claver-Carone, donde se alcanzó un acuerdo para resolver la situación. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, como parte de la implementación de este acuerdo, se espera la normalización de los servicios consulares en Bogotá esta misma semana.
Un rechazo que desató una crisis diplomática
La crisis comenzó cuando el presidente Petro rechazó la llegada de dos aviones enviados por el gobierno de Trump, los cuales transportaban a ciudadanos colombianos deportados desde Estados Unidos. La negativa de Petro a recibir a los deportados provocó una inmediata respuesta de la administración estadounidense, que ordenó medidas sancionadoras contra Colombia, incluyendo la suspensión de la emisión de visas y la imposición de aranceles del 25% a todos los productos colombianos.
En respuesta, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció la suspensión inmediata de los servicios consulares en Bogotá, lo que afectó a miles de colombianos que esperaban realizar trámites de visa. Sin embargo, horas después, la Casa Blanca anunció que la crisis había sido resuelta tras un acuerdo entre ambos gobiernos, en el que Colombia aceptaba recibir sin restricciones a todos los deportados enviados por EE.UU., incluidos aquellos que viajaban en vuelos militares.
Deportados llegaron a Bogotá tras el acuerdo
Como parte del acuerdo, este martes llegaron a Bogotá dos vuelos con 201 colombianos deportados, entre ellos adultos y niños. El primer vuelo, procedente de El Paso, Texas, transportó a 91 personas, mientras que el segundo, que llegó de San Diego, California, trajo a 110 deportados. Todos ellos fueron recibidos bajo los protocolos establecidos en el acuerdo entre ambos gobiernos.
Durante su encuentro con Claver-Carone, los funcionarios colombianos revisaron los detalles del acuerdo logrado el pasado domingo, que incluía la aceptación por parte de Colombia de los términos propuestos por Trump. Este acuerdo también abarca el fortalecimiento de la cooperación bilateral en temas de migración y otros asuntos de interés común.
En un comunicado, la Cancillería colombiana destacó que la normalización de los servicios consulares en Bogotá representa un paso importante para la relación entre ambos países, reafirmando el compromiso de avanzar de manera constructiva en áreas clave de cooperación.
Aunque la crisis diplomática parece haber llegado a su fin, sigue siendo un recordatorio de la complejidad de las relaciones entre Colombia y Estados Unidos en temas migratorios y de seguridad, áreas que seguirán siendo esenciales en la agenda bilateral.