La presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela ha crecido significativamente, según un informe de inteligencia revelado por las autoridades colombianas. En total, se estima que el ELN cuenta con 6.158 integrantes, de los cuales un 20,7% (aproximadamente 1.276 miembros) se encuentran en territorio venezolano. Esta cifra refleja la importancia de Venezuela como refugio y zona de expansión para la guerrilla, que ha logrado penetrar no solo en los estados fronterizos con Colombia, sino también en regiones alejadas como Anzoátegui, en el oriente del país, cerca del mar Caribe.
El ELN se ha asentado en al menos 45 municipios de 9 estados venezolanos, lo que le ha permitido consolidar su control sobre varias economías ilícitas, incluyendo la minería ilegal y la producción de droga. Además, la guerrilla ha logrado establecer emisoras clandestinas y tiene influencia en la distribución de alimentos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un sistema del gobierno venezolano para repartir alimentos subsidiados a la población.
La expansión del ELN en Venezuela obedece a su interés por controlar mercados ilícitos y por fortalecer sus finanzas, especialmente a través de actividades como el narcotráfico y la minería en zonas como el estado Bolívar, rico en recursos naturales. Según las autoridades, el Frente de Guerra Oriental es el más fuerte y numeroso, con 14 estructuras activas, entre ellas el frente ‘Domingo Laín’, que cuenta con casi 500 combatientes y sigue aumentando.
El comando central del ELN en Venezuela
Uno de los aspectos más preocupantes de esta expansión es la presencia del comando central del ELN en Venezuela. Los informes de inteligencia indican que los líderes más importantes de la guerrilla, incluidos alias ‘Antonio García’, ‘Pablo Beltrán’ y ‘Pablito’, están operando desde el país vecino. Además, se confirma que la dirección nacional del grupo también se encuentra en Venezuela, con miembros clave como Víctor Cubillos alias ‘Aureliano Carbonell’, alias ‘Ariel’, alias ‘Guillermo’, alias ‘El Tuerto’, alias ‘La Abuela’, alias ‘Nicolás’ y alias ‘Jaime’, entre otros.
Esta concentración de poder en territorio venezolano no solo fortalece al ELN, sino que también complica los esfuerzos para desarticular la organización. La guerrilla no solo opera en las zonas fronterizas, sino que ha establecido redes de apoyo a lo largo y ancho del país, lo que le permite mantener su estructura y seguir operando en Colombia, donde su presencia se intensifica, particularmente en el Catatumbo, una de las regiones más afectadas por el conflicto armado.
Impacto en la crisis humanitaria en Colombia
El ELN ha jugado un papel crucial en la intensificación de la crisis humanitaria en las regiones fronterizas de Colombia, especialmente en el Catatumbo, donde la violencia entre el ELN y las disidencias de las FARC ha desplazado a más de 40.200 personas y dejado al menos 38 muertos, según el Ministerio de Defensa de Colombia. Este conflicto ha afectado gravemente a municipios como Teorama, El Tarra, San Calixto, Hacarí y Tíbú, exacerbando la situación de los habitantes que ya se enfrentaban a los estragos de la violencia.
El general Mario Contreras, comandante de la Brigada 30 del Ejército, ha señalado que los movimientos de las estructuras del ELN alrededor de la frontera con Venezuela son parte de una estrategia para fortalecer su presencia en zonas clave de Colombia, especialmente en el Catatumbo, donde buscan consolidar su dominio frente a otras organizaciones criminales.
La creciente presencia del ELN en Venezuela plantea un desafío mayor para las autoridades colombianas y venezolanas. Mientras el grupo armado continúa expandiendo su influencia en zonas estratégicas, su control sobre economías ilícitas y su vínculo con el narcotráfico fortalecen su capacidad operativa, tanto en Colombia como en Venezuela. Con el comando central del ELN y su dirección nacional asentados en territorio venezolano, las perspectivas para desarticular esta organización en la región parecen cada vez más complicadas.