La familia de Silvia Jiménez, una mujer de 70 años que perdió la vida en el trayecto de una ambulancia desde Luruaco hasta Sabanalarga, denuncia un caso de posible negligencia médica y mal manejo del servicio de emergencias. Según la versión de sus allegados, la tragedia ocurrió debido a una parada injustificada que hizo el conductor de la ambulancia, lo que retrasó el traslado y comprometió su salud de manera fatal.
El 12 de marzo, Silvia comenzó a sentir un dolor abdominal intenso, por lo que acudió al hospital de Luruaco. Allí, los médicos determinaron que su condición era grave y requería un traslado urgente a un centro asistencial de mayor complejidad en Sabanalarga. La familia confiaba en que, con la pronta atención médica, Silvia recibiría la ayuda necesaria.
El desvío y la detención inexplicable
Sin embargo, lo que parecía ser un traslado rápido se convirtió en un desastre. Según la denuncia de los familiares, el conductor de la ambulancia no siguió la ruta directa hacia Sabanalarga, sino que desvió el vehículo hacia una zona residencial. En lugar de proceder con la emergencia, se detuvo para esperar a otro chofer y realizar un cambio de turno.
“La ambulancia se desvió, el conductor dijo que iba a buscar a un primo o un sobrino, no sé. Estuvieron 40 minutos parados, mientras mi mamá se asfixiaba, necesitaba oxígeno y la atención urgente que no le dieron”, relató un familiar entre lágrimas.
Durante el tiempo de espera, la salud de Silvia empeoró gravemente. Su hija, angustiada y desesperada, intentaba entender por qué la ambulancia no avanzaba. “Pensé que habíamos llegado al hospital cuando la ambulancia se detuvo, pero no. Estaba buscando al otro chofer. Mi mamá ya estaba muy mal, y murió allí mismo dentro de la ambulancia, sin poder llegar a recibir atención médica”, contó entre sollozos.
Denuncia de negligencia
La familia de Silvia Jiménez no solo está devastada por la pérdida, sino también convencida de que la causa de su fallecimiento fue la falta de urgencia del personal de la ambulancia y el innecesario retraso en el traslado. “Mi mamá murió por negligencia médica. Si la hubieran llevado directamente al hospital, tal vez hoy seguiría con nosotros. Pedimos que este caso no quede impune”, expresó su hija.
Por su parte, Rodolfo Figueroa, esposo de Silvia, sigue en shock. En su hogar, aún coloca las sillas donde solían sentarse juntos cada tarde, como una forma de honrar la memoria de su esposa. “Es imposible creer que esto haya pasado. No merecíamos esto, mi esposa no merecía morir de esta manera”, expresó entre lágrimas.
La familia de Silvia ha recurrido a las autoridades competentes para investigar este caso, con la esperanza de que el conductor de la ambulancia y el sistema de atención médica reciban las sanciones que corresponden. Exigen que no se repitan casos de negligencia como el que acabó con la vida de su ser querido y piden que se tomen medidas para evitar que otras familias enfrenten una tragedia similar.
En el departamento del Atlántico, este caso ha generado gran conmoción y el debate sobre la calidad de los servicios de emergencia, que deben priorizar la vida y la salud de los pacientes en situaciones críticas. Mientras tanto, la familia de Silvia Jiménez enfrenta la pérdida irreparable de una madre, esposa y abuela, que murió en un acto que, aseguran, podría haberse evitado.