La indignación por este crimen ocurrido a plena luz del día movilizó a las autoridades locales que de inmediato decidieron resolver los problemas por decreto. Carlos Bruce, alcalde del distrito de Santiago de Surco, un distrito acomodado y distante del centro de Lima al menos 8 kilómetros, emitió el Decreto 08 que prohíbe la actividad ambulatoria de lavado de parabrisas.
Otros alcaldes distritales de Lima han anunciado que emitirán normas similares en los próximos días. Por su parte, el alcalde de Lima Metropolitana, el conservador Rafael López Aliaga saludó la decisión tomada por el alcalde de Surco y anunció que el Concejo Municipal sesionará este viernes 14 de abril para debatir una ordenanza que prohíba esta actividad en toda el aérea metropolitana. López Aliaga dijo que sus “estadísticas” señalan que esta actividad siempre es extorsiva: “La estadística que tenemos es fatal. La estadística dice que siempre una extorsión y es una amenaza. El mismo hecho de tirarle agua y jabón a su vidrio no es normal. Eso no pasa en ninguna parte del mundo. Vaya a cualquier parte de la tierra y no existe eso”. Y agregó que los policías y serenos (policías municipales) “están autorizados a tomar presa a esa persona que viole la paz de un ser humano” e invocó al Congreso para que promulgue una ley para “que no le quiten la paz a un ser humano”.
El crimen ocurrido en la semana santa también reavivó el debate sobre la migración pues el atacante es un ciudadano venezolano. Un reciente informe de la Universidad Católica del Perú señala que a septiembre de 2021 la población de refugiados y migrantes venezolanos en Perú era de 1 millón 286 mil personas, más de la mitad menores de 40 años y casi el 80 por ciento había declarado intención de quedarse a vivir en Perú. Según el mismo estudio, el 82% de los venezolanos que han migrado ejercen una actividad económica en Perú, la mayor parte de ellos en servicios y comercio, pero solo el 19 % cuentan con contrato laboral. Esta cifra no dista mucho de la de los ciudadanos peruanos: El ministerio de Economía reporta que la informalidad laboral en Perú ha llegado a 75%. Entre esos informales muchos viven del comercio ambulatorio y, por supuesto, también de limpiar parabrisas en las calles.