La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha declarado oficialmente el inicio del fenómeno de El Niño a nivel global. Su paso por el Perú se ha pronosticado para finales de año, sin embargo, las altas temperaturas y alteraciones meteorológicas registradas desde el último martes 4 de julio —producto de las nuevas condiciones en el océano Pacífico— podrían adelantar su llegada al país sudamericado.
La OMM ha señalado que las altas temperaturas se darán en los siguientes tres meses y tendrán una intensidad “al menos moderada” hasta el final de 2023. Pero no descarta que podrían convertirse en un fenómeno severo.
Ante la advertencia, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del país (Senamhi) ha reportado que Lima, la capital peruana, registró un récord histórico de temperatura máxima en lo que va del invierno: 26°C en promedio los dos últimos días.
Senamhi prevé, además, que la temporada de lluvia presentará precipitaciones más intensas, agudizando el inminente impacto de El Niño. En esa línea, algunos expertos han señalado que ya no hay tiempo para ejecutar medidas de prevención, sino sólo para reducir los riesgos que producirá el fenómeno.
“(Dicho dinero) se está dando en julio y solo tenemos cinco meses. Ya no queda tiempo para hacer obras de prevención. Lo único que podemos hacer son acciones para reducir el riesgo y prepararnos para la respuesta debida, pero todos los años tenemos el mismo problema”, dijo Juan Luis Podestá, exjefe del Instituto Nacional de Defensa Civil del Perú.
Por su lado, la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño tiene un pronóstico más preocupante para el verano 2024: la elevación de las altas temperaturas en la Costa peruana y la ocurrencia de lluvias de moderada a fuerte intensidad, especialmente, en la costa norte y sierra norte del país.