La ‘camarada Vilma’, vocera de los remanentes del grupo terrorista Sendero Luminoso en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), al sur del Perú, ha exigido la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso. El mensaje amenazante ha sido utilizado por el primer ministro, Alberto Otárola, para vincularla con el reinicio de las protestas convocado para el 19 de julio.
“El pueblo no pide gran cosa, solamente la renuncia de la traidora, arribista, ramplona y asesina del pueblo peruano Dina Boluarte Zegarra (…) y que se vayan todos del corrupto Congreso peruano”, dijo la también integrante del autodenominado Militarizado Partido Comunista del Perú.
Para el exministro del Interior, Rubén Vargas, a la ‘camarada Vilma’ se le viene dando una importancia que no le corresponde. “El grupo del VRAEM tiene un campo de acción reducido, pero ahora resulta que su pronunciamiento tiene igual o mayor peso que el de un actor político. Eso es peligroso”, comentó.
El investigador social en temas de terrorismo, narcotráfico y crimen organizado, Jaime Antezana, tiene la teoría de que la grabación forma parte de un complot orquestado por grupos políticos de derecha para desprestigiar la protesta. “El audio de la ‘camarada Vilma’ coincide con las apariciones de su jefe, el ‘camarada José’, en medios de comunicación afines al fujimorismo [de Keiko Fujimori] y a la derecha”, agregó.
En tanto, el general (r) PNP, José Baella, señaló que ‘Vilma’ no tiene poder de convocatoria, aunque advirtió que no se debe relativizar su posible impacto. “Es una cuestión política para causar temor, pero no creo que tenga convocatoria. Su llamado debe entenderse como un apoyo a la marcha, no de salir, sino de financiamiento”, apuntó.