Una investigación de la Universidad Nacional de Colombia revela un alarmante aumento en la deforestación de la región amazónica del país, particularmente en los municipios que antes estaban bajo el control de las Farc. Según el estudio realizado por la magíster en medio ambiente y desarrollo, Valentina Cano Giraldo, entre 2016 y 2022 la deforestación se incrementó un 177 % en esos territorios, en contraste con el 90 % observado en áreas sin la influencia de la guerrilla.
El acuerdo de paz firmado en 2016, que marcó el fin de más de 50 años de conflicto armado, ha tenido un impacto directo sobre los ecosistemas amazónicos. Cano Giraldo analizó los datos del Ideam y alertas tempranas de deforestación en 79 municipios y zonas no municipalizadas entre 2013 y 2022, evidenciando un cambio drástico en la dinámica de uso del suelo.
Uno de los hallazgos más preocupantes es el acelerado crecimiento de la deforestación entre 2016 y 2017, cuando la cifra creció un 87 %, al pasar de 83.533 hectáreas a 156.560 hectáreas deforestadas. Este aumento se asocia con el vacío de poder dejado por las Farc, lo que permitió que nuevos actores, tanto armados como civiles, llegaran a la región. Este cambio generó una falta de control sobre el territorio, con la expansión desmedida de la frontera agrícola y la llegada de colonos que talaron vastas áreas de bosque para establecer fincas, principalmente dedicadas a la ganadería.
En el período post-acuerdo, la región amazónica pasó de concentrar el 49 % de la deforestación nacional en 2016 a un alarmante 70,3 % en 2021.
Municipios como San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá, San José del Guaviare y La Macarena han sido identificados como puntos críticos de deforestación en los últimos años. Entre 2013 y 2021, Colombia perdió 1.485.734 hectáreas de bosques, de las cuales 866.779 hectáreas correspondieron a la Amazonía. Caquetá y Meta son los departamentos más afectados, con 290.560 y 229.898 hectáreas deforestadas, respectivamente.
Una de las principales causas de la deforestación en la región es la expansión de la ganadería extensiva. El número de cabezas de ganado en la zona ha aumentado considerablemente desde la firma del acuerdo de paz, pasando de 3 millones en 2016 a casi 4,5 millones en 2021. Esto ha generado la conversión de vastas áreas de bosque en pastizales, especialmente en territorios donde antes la presencia de las Farc imponía restricciones.
A pesar de los esfuerzos para formalizar tierras a través del Acuerdo de Paz, que incluía la legalización de 7 millones de hectáreas, la situación sigue siendo crítica. Las áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) en la región amazónica también han sufrido un aumento del 169 % en la deforestación entre 2013 y 2021, lo que pone de manifiesto la incapacidad del Estado para gestionar y proteger estos valiosos ecosistemas.
El incremento en la deforestación refleja la compleja transición que enfrentan los territorios excombatientes en su proceso de reintegración a la vida civil. La falta de control y la llegada de nuevos actores con intereses económicos en la región están llevando a la destrucción acelerada de la Amazonía, una de las principales reservas de biodiversidad del planeta y un importante regulador climático global.