En los últimos diez años, Colombia ha experimentado un drástico descenso en el número de nacimientos, una caída del 43%, lo que ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad del sistema pensional del país. Según datos de la Registraduría Nacional, en 2014 se registraron 742.610 nacimientos, mientras que en 2024 la cifra se redujo a 419.002. Este cambio afecta principalmente a las regiones de Antioquia, Bolívar y Valle del Cauca, donde el impacto ha sido más pronunciado.
El impacto en la baja tasa de natalidad
Expertos coinciden en que la caída en la tasa de natalidad es la principal causa de la transformación que está sufriendo la pirámide poblacional de Colombia. En este contexto, se prevé que el envejecimiento de la población ejercerá una presión creciente sobre el sistema pensional, lo que podría poner en riesgo su sostenibilidad a largo plazo. Con menos personas en edad de trabajar, la carga sobre el sistema será más alta, mientras que la cantidad de cotizantes disminuirá.
El panorama demográfico colombiano está cambiando de forma acelerada, lo que obliga a un replanteamiento en torno a la gestión de los recursos destinados a pensiones y a la necesidad urgente de adaptar las políticas públicas para enfrentar estos desafíos.
Por otro lado, la esperanza de vida de los colombianos ha aumentado en una década en promedio: de acuerdo con un estudio realizado por Mayo Clinic y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esperanza de vida en Colombia es ahora de 79 años. Este incremento ha sido notable, pero también presenta retos. Las personas pueden vivir más tiempo, pero muchas de ellas lo hacen con enfermedades crónicas. Según el estudio, los colombianos podrían vivir hasta los 69 años sin enfermedades, y hasta los 79 con enfermedades.
Las mujeres, en particular, han visto un aumento de 11,37 años en su expectativa de vida, mientras que para los hombres el incremento ha sido de 9,29 años. A pesar de esta prolongación de la vida, las enfermedades mentales, la diabetes, los problemas musculares y la adicción a las drogas se han convertido en los principales problemas de salud que afectan a la población envejecida.
La Ventana Pensional: Una Solución Temporal
En medio de este panorama, la llamada “ventana pensional” se presenta como una solución temporal ante los desafíos que enfrenta el sistema pensional. Aquellos trabajadores que cumplieron con la edad de pensión (62 años para hombres y 57 años para mujeres) han tenido la oportunidad de trasladarse a Colpensiones desde sus fondos privados. Esta medida, que estará vigente hasta julio de 2025, ha generado un alto número de solicitudes de asesoría y traslados: hasta la fecha, Colpensiones ha recibido 65.000 solicitudes de doble asesoría, 42.000 de las cuales se han completado, y más de 29.000 traslados.
Este fenómeno ha generado un importante flujo de recursos hacia el sistema público de pensiones, pero también ha puesto en evidencia las limitaciones de un modelo que debe adaptarse rápidamente a los cambios demográficos y a las expectativas de una población que vive más, pero que enfrenta nuevos riesgos para su salud.
Perspectivas para el Futuro
Las proyecciones del Dane sugieren que para 2025 la expectativa de vida de los colombianos será de 77,6 años, y se espera que en 2040 llegue a los 80,4 años. Este aumento, aunque positivo en términos de bienestar, plantea retos significativos en cuanto a la financiación de las pensiones y la atención médica para una población envejecida.
La disminución de nacimientos y el aumento de la esperanza de vida en Colombia marcan un giro importante en la dinámica social y económica del país, lo que obliga a tomar decisiones estratégicas para garantizar un futuro sostenible para el sistema pensional y la calidad de vida de los colombianos mayores.