En la edición 25 de Agroexpo, que se celebra actualmente en Corferias, Bogotá, Arauca brilla como ejemplo de transformación y agricultura sostenible. La Gobernación del departamento, liderada por Renson Martínez, ha apostado por el cacao como motor para erradicar los cultivos ilícitos que durante décadas lastraron la imagen de la región llanera.

Desde 2018, Arauca se mantiene como un territorio libre de cultivos ilícitos, gracias a la decisión voluntaria de los campesinos de sustituir la coca por sembrados legales como el cacao, el café, la miel y el sacha inchi.
“El futuro de nuestro departamento está en el campo, y por eso hemos decidido apoyar a nuestros productores, para que muestren la verdadera Arauca: el trabajo y esfuerzo de una gente trabajadora y emprendedora. Esta es una oportunidad para afianzar vínculos comerciales y generar negocios que beneficien nuestra región”: afirmó el gobernador Renson Martínez.
Arauca cuenta con más de 95.000 hectáreas dedicadas a agricultura y ganadería, consolidándose como una despensa estratégica en los Llanos y el centro del país. Es el segundo productor nacional de cacao, con 25.464 ha y una producción anual de 12.404 toneladas; además, el plátano ocupa 38.222 ha con 832.000 toneladas al año, y la ganadería bovina supera 1,3 millones de reses, ubicándose en el puesto 11 nacional.
La apicultura reúne cerca de 4.000 colmenas y una producción anual de 86.000 litros de miel, impulsada por 20 asociaciones locales. El café se cultiva en 91 ha con una producción de 227 toneladas anuales, mientras que el sacha inchi ya abarca 45,5 ha, con una prometedora proyección comercial.
Arauca ha consolidado su reputación como productor de cacao de alta calidad, tanto a nivel nacional como internacional. Lo que comenzó como una iniciativa campesina, sin depender de los planes gubernamentales, se ha convertido en la “cuña del mejor cacao del mundo”. Más allá de la producción, la iniciativa busca un impacto social y económico sostenible. La participación en Agroexpo ratifica el compromiso institucional con el Plan de Desarrollo 2024–2027, que promueve un campo productivo y en paz. Las catas de cacao y miel en Corferias han destacado la calidad de los productos araucanos, reforzando su potencial agroindustrial.

El caso de Arauca demuestra cómo una región marcada por el conflicto puede reinventarse aprovechando su riqueza natural y el empoderamiento de sus campesinos. El cacao no solo reemplaza una fuente de ilegalidad, sino que abre el camino hacia una economía rural dinámica, sostenible y digna. Si Agroexpo es la vitrina, Arauca ya está cosechando su nueva identidad con pasión y determinación.